miércoles, 9 de mayo de 2007

Las película de terror... las veo solo

Tenía mucho tiempo sin pasar pena en el cine. Sí, pasar pena. Hace poco fui sólo por distraerme. De hecho, no tenía en la mira ninguna película en específico, quería simplemente ir y decidir en el momento. Pues el día era domingo, como a eso de las seis, y estábamos Adri, su mamá, su hermana y yo, buscando qué película ver mientras hacíamos la laberíntica cola frente a las taquillas. Ellas también no tenían idea de cuál ver y venían en el mismo plan que yo.

En medio de la discutidera, porque uno vio tal y el otro vio la otra, y a mí no me gusta Spiderman 3, pero a la otra tampoco le gusta Mi abuela virgen, decidimos escoger, lógicamente, una que ninguno de nosotros hubiera visto, y que pareciera medio buena... Ah, y que tuviera entradas disponibles.

Pues bueno, terminamos comprando cuatro entradas para "Prueba de fe", la nueva de Hillary Swank. El cartel decía algo bastante específico como... "Hace tiempo corrió sangre... ahora se repite la historia"... Yo, bastante iluso (tengo que reconocer), intenté que la vendedora me adelantará algo más de la película, pero lo que obtuve fue... "es de suspenso".

Equis... entramos a la sala y comenzó la vaina... La historia atrapa a uno desde el principio, con un descubrimiento bien interesante, que te dice de una cómo van a ser las próximas dos horas de película, y que te revela que todos los latinoamericanos somos iguales... que nuestras falsas creencias responden a una razón antropológica, y que, a mi juicio, nos hace más ignorantes que religiosos.

Perdonen, el tema me inspira.

Sigue avanzando hasta el primer nudo y de verdad vas siguiendo la cosa con mucha atención... hasta que tempranito te sueltan ¡ese coñazo! y pegas el brinco. Mi reacción fue apretarle/triturarle los deditos a adri, seguido por una preguntica para disimular la cuestión... ¿Chiqui te asustaste? Me miró raro.

Ya pasado el primer susto... siguen otros dos mil más... y no se preocupen que no les voy a contar la historia.

El hecho es que cada vez me cagaba más y tuve que optar por medio cerrar los ojos (Y sí, lo reconozco, y no, no los cerré por completo). Pero era algo que no podía evitar, creo que estaba muy pegado a la trama.

Pero como no siempre todo es malo, eso me ancló en el mega giro/desenlace/revolcón/tirabuzón de la resolución, y no necesité de una reseña en la web que me explicara qué diablos pasó al final.

Sí me dejó un profundo dolor de cabeza. Pero está bien... lo comparo al dolor de cabeza que dejan los helados. Aunque fue sustituido súbitamente por un sentimiento de vergûenza, apenas la mamá de adri comenzara a burlarse de mí, con comentarios, hasta la fecha imborrables, como... "¡Pablo! pensé que aguantabas, vale. Yo no sentí nada".

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